El periodo Jurásico es una de las tres partes en las que se
divide la era Mesozoica. Abarca desde el final del periodo Triásico hasta el comienzo
del periodo Cretácico. El comienzo del periodo está marcado por la extinción de
finales del Triásico. A principios del Jurásico, el supercontinente Pangea se
rompió, dando lugar a otros dos grandes continentes: Laurasia al norte y
Gondwana al sur. El Atlántico norte era un mar relativamente estrecho, mientras
que el Atlántico sur no se abrió hasta principios del siguiente periodo. El Mar
de Tethys se cerró. Durante este periodo se desarrolla una notoria falta de
glaciaciones y casquetes polares, por el calido clima que se vivía en esta época.El
clima permitió el desarrollo de bosques más parecidos a junglas, ya que se da
la presencia de nuevo tipo de follaje la presencia de helechos, y siempre se
mantuvieron las coníferas como parte del paisaje. Por otra parte la fauna
marina estaba mayoritariamente poblada por peces y dinosaurios, entre estos se
encontraban: El Plesiosauro, el Ictiosauro, y cocodrilos de agua salada.
Mientras entre los dinosaurios terrestres estaban los grandes saurópodos como
el Brachiosaurio. Muchos dinosaurios eran pacíficos herbívoros, pero todos
tenían que defenderse de los depredadores hambrientos. Cada grupo de
dinosaurios tenía una manera particular de defenderse de las agresiones. Muchos
de los grandes herbívoros se protegían viajando en manadas. Los dinosaurios más
pequeños empleaban la velocidad para escapar. Algunos herbívoros eran demasiado
grandes para ser atacados con éxito. Otros dinosaurios se ocultaban bajo una
pesada armadura.
Algunos de los dinosaurios más altos, como la familia de los
braquiosáuridos, si estiraban el cuello podrías haber mirado por encima de un
edificio de seis pisos. Eran unos pacíficos saurópodos herbívoros que pastaban
entre las copas de los árboles. Resultaban demasiado grandes para ser cazado.
Los elefantes adultos actuales están a salvo de los ataques de otros animales
por la misma razón. Algunos saurópodos eran más pequeños que éstos, pero, aun
así, enormes, y quizá fueran atacados por los gigantes carnívoros. En ese caso,
probablemente usaban sus garras y su cola para defenderse. Unos se incorporaban
hasta su máxima altura y se abalanzaban sobre sus enemigos con las púas de sus
pulgares por delante. Es probable que otros cocearan con las patas traseras,
provistas de garras como puñales, con las que hería al agresor. Un solo
latigazo podía ser terrible. Una de las mejores defensas consiste en evitar ser
visto. Muchos cazadores rastrean a su presa con la vista. Quizá no vean a un
animal que se confunda con el entorno. Algunos seres actuales como el camaleón
se defienden adoptando el mismo color que su entorno. Los cazadores también
utilizan la forma de identificar a su presa. Los ciervos actuales tienen el
lomo oscuro y el vientre claro para defenderse con la vegetación. En los
dinosaurios es probable que presentaran manchas oscuras y claras de varias
formas. El Tyrannosauirio es una de los depredadores más características de la época,
por el gran tamaño que este presentaba, era de casi seis metros de altura y
trece metros de largo, era bípedo y con una cabeza que era su arma principal por
las mandíbulas del mismo. Las cuales eran las más fuertes de la época y de la
historia según los datos recopilados.